nunca está relacionado
con su precio”
CÓDIGO
ÉTICO
Este Código Ético constituye la base de las cualidades morales de
los miembros de AMPs
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1.
“Solo podremos ayudar hasta donde nos ayudemos a
nosotros mismos”. Crecer en cualidades personales es el modo más importante y
eficaz de lograr que el mundo sea mejor. 2.
“Solo podremos desarrollarnos hasta donde
alcancen nuestros valores”. Los valores humanos son la medida de nuestra verdad, nuestra
belleza interna y nuestra bondad, y marcan el límite de nuestra aportación al
mundo. Porque una persona sin valores no sirve para nada. Ni siquiera para sí
misma. 3.
“Solo podremos progresar hasta donde se atreva
nuestra voluntad”. La voluntad es la transformadora de las intenciones en
realidades. |
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4.
“Lo que nos rodea es el espejo de cada uno”. Lo que irradiamos se impregna a nuestro alrededor; orden,
desorden, alegría, tristeza, amor, odio… La vida es “permeable”, y se
impregna de toda energía que recibe. Buenas o malas compañías modifican el
destino de las personas. Y nosotros modificamos el destino de los que nos
rodean. Incluso cuando no hacemos nada. Por ello son muy importantes las relaciones, con quién
participamos de la vida. Y los integrantes de AMPs no pueden formar parte de
colectivos que transgreden nuestros principios éticos. 5.
“Si nuestros pensamientos, sentimientos y actos
son buenos, contribuiremos a que nuestro entorno sea más bueno. Pero también
al contrario”. La frase “piensa globalmente, actúa localmente”, atribuida a Patrick Geddes,
ilustra perfectamente esta idea. Nuestra contribución al mundo siempre debe
comenzar por nuestro entorno. Olvidarse de él, pensando en metas más
elevadas, es un error que nos desequilibrará e impedirá que seamos felices. Del
mismo modo, tanto una actitud negativa como una actitud pasiva pueden hacer
insoportable la vida y las relaciones en nuestra esfera inmediata. Porque la
pasividad es la cesión de nuestra libertad y de nuestras capacidades a otros. |
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6.
“Todos los participantes de AMPs nos
comprometemos a contribuir activamente a mejorar el mundo en que vivimos”. Esta pequeña mota de polvo que vaga por el universo es la única
casa donde podemos vivir. Personas, animales y cosas participamos de un mismo espacio
vital donde nacemos, nos relacionamos y nos reintegramos con el todo en el
fin de nuestra vida. Mejorar el mundo debería ser un principio fundamental en la
enseñanza de todas las escuelas de nuestro planeta, porque nuestras
aportaciones, buenas o malas, contribuyen a modificar nuestra realidad mucho
más allá de donde podamos imaginar. 7.
“Nuestra aportación, buena o mala, es el legado
que damos a nuestros compañeros de viaje actuales, pero es también la semilla
para las generaciones venideras”. El valor de lo que dejamos para el futuro es uno de los
sentimientos arraigados en el ser humano, aunque a veces lo intentemos ahogar
con una vida vana y superficial. |
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8.
“La mayor satisfacción se logra ayudando a los demás,
porque damos amor de la forma más práctica, nos sentimos útiles, resolvemos
problemas y mostramos un modo de actuar que seguirán todas las personas
agradecidas”. Solo si nos implicamos en la vida, si participamos activamente,
seremos capaces de construir lo que realmente vale la pena. Porque la timidez no tiene cabida cuando alguien necesita de
nuestra ayuda. |
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9.
“Los derechos de las personas acaban en el punto
donde empiezan los derechos de los demás”. Debemos entender que nadie puede tener todos los derechos,
porque entonces, el resto del mundo no tendría ninguno. Las relaciones entre las personas y entre los grupos se deberían
basar en el respeto mutuo y la colaboración. Cuando la raza humana nos demos
cuenta de esto daremos un salto evolutivo sin precedentes. En AMPs hacemos lo posible para lograrlo dentro de nuestro
ámbito, y trasmitirlo a los demás, como quien encuentra algo maravilloso y
desea que los demás también lo disfruten. Porque merece la pena. 10. “Intervenir
en caso necesario es un modo de crear un mundo más justo y mejor”. Como dijo Edmund Burke, para que el
mal triunfe solo es necesario que los hombres buenos no hagan nada. Implicarnos en la justicia del mundo tiene sus riesgos, pero
permitir la injusticia es la mayor condena que podemos sufrir por nuestra
propia conciencia. |
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11.
“Luchar por la justicia, ayudando a que quien lo
necesita para que pueda levantarse y continuar por sí mismo”. La verdadera forma de amor en toda su dimensión consiste en
contribuir a que el mundo sea mejor, que las personas sean mejores, que la
vida sea y esté mejor. Por ello, no podemos conformarnos con dar una limosna
por pena; nuestro objetivo debe ser que la persona a quien ayudemos pueda
mejorar realmente. Y muchas veces, unas palabras de ánimo hacen mucho más que
dar unos céntimos sin mirar a los ojos. 12.
“Ofrecer ayuda a quien lo necesite, pero también
respetar su decisión de dejarse ayudar o no”. La forma de interpretar el mundo pertenece a cada uno, a sus
experiencias y sus percepciones de la realidad. Hay personas que están en
condiciones de ser ayudadas en caso de necesidad, pero otras no. Y es
importante saber respetar estas decisiones, porque solo podremos ayudar a
quien ponga lo suficiente de su parte. 13.
“Respetando a los demás y a nosotros mismos,
mantendremos una actitud de amor responsable”. Recuerda que cuando señalas con un dedo, hay otros tres que te
están señalando a ti. Las críticas, si no se dan cuando se piden, muy pocas
veces tienen utilidad, al contrario, suelen provocar que la otra persona
pueda reaccionar de un modo hostil y crearle resentimiento. Igualmente, si alguien nos critica y
no estamos dispuestos a escuchar, lo mejor es indicarle de un modo respetuoso
pero firme, que no le hemos pedido su opinión, y que debe respetar nuestro
criterio del mismo modo que nosotros respetamos el suyo. El concepto de amor responsable se puede definir como una
actitud hacia los demás que comparte de forma armónica, humilde y respetuosa
las cualidades de padre, juez y compañero. |
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14.
“El ejemplo de cómo somos, cómo pensamos,
sentimos y actuamos, es la mejor lección que podemos dar”. Todo lo que manifestemos a los demás serán lecciones de vida. Podrán
ser buenas o malas lecciones, y eso es nuestra responsabilidad, no de los
demás. Los demás podrán atender a esas lecciones o no hacerlo, y esto es de
la incumbencia de ellos, no de la nuestra. 15.
“Desarrollándonos al máximo podremos alcanzar
metas insospechadas, y también demostramos a los demás que es posible”. La energía es el medio de interactuar con nuestro entorno. Las
capacidades que nos ha concedido el destino pueden ser aprovechadas o
desechadas, cada cual tiene la capacidad de elegir. Pero solo seremos
ejemplares si exprimimos al máximo nuestros “talentos” (recordad la parábola
de La Biblia) y los utilizamos para hacer el bien y ser felices. Y no necesariamente
en este orden. |
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